Translate

martes, 12 de julio de 2016

Cada vez cuesta más soñar...


            Cuando se cruza en tu camino una oportunidad, que va siempre de la mano de alguien bueno, te invade una rara sensación de incredulidad momentánea, y si lo consigues, lo inmediato es creer que sí, que es una gran oportunidad y que es real.

Esa incredulidad puede pasar a desafección, a la sospecha malsana de que será imposible... cuando ya ha habido otras grandes oportunidades que apenas fueron un sueño.

Parece que una está fuera del lugar y del tiempo apropiado...para soñar.
Parece que este lugar está deshumanizado, pervertido en su perversión, y que ya nada ni nadie es natural, espontáneo, bienaventurado, confiado.

Cuando persigues algo te tildan de ambicioso, sospechan casi de forma automática de quien es vehemente en una exposición de ideas, convencido de que es un comienzo de algo grande y además realizable. Que suma para muchos y que necesita de muchos.



            Cuando compruebas que tienen que encajar múltiples piezas, pervertidas y sin raciocinio posible, donde no se tiene ninguna influencia y que siguen reglas no escritas de perversión malintencionada y oscura, deshumanizada e interesada, de un engranaje ya incomprensible, tienes una enorme "tentación de dejarlo".

Una lucha con tirachinas frente a un gigante de acero (no de carne), con armas de destrucción absurdas pero letales, permanentes. Nadar contra la corriente.

Demasiados ignorantes convencidos y cada vez menos inteligentes con dudas, capaces de reflexionar y corregir para crecer. 

El gigante de acero sigue ahí. Sigue anclado a nuestro suelo, firme e ignorante, letal ante las oportunidades, destruyendo sueños, y aburriendo en el intento al más pintado. Agotador.

Cada vez me cuesta más soñar... cada vez son más cortos los sueños, cada vez me cuesta más...

Ea, a seguir...