Cada vez cuesta más soñar...

            Cuando se cruza en tu camino una oportunidad, que va siempre de la mano de alguien bueno, te invade una rara sensación de incredulidad momentánea, y si lo consigues, lo inmediato es creer que sí, que es una gran oportunidad y que es real.

Esa incredulidad puede pasar a desafección, a la sospecha malsana de que será imposible... cuando ya ha habido otras grandes oportunidades que apenas fueron un sueño.

Parece que una está fuera del lugar y del tiempo apropiado...para soñar.
Parece que este lugar está deshumanizado, pervertido en su perversión, y que ya nada ni nadie es natural, espontáneo, bienaventurado, confiado.

Cuando persigues algo te tildan de ambicioso, sospechan casi de forma automática de quien es vehemente en una exposición de ideas, convencido de que es un comienzo de algo grande y además realizable. Que suma para muchos y que necesita de muchos.

            Cuando compruebas que tienen que encajar múltiples piezas, pervertidas y sin raciocinio posible, donde no se tiene ninguna influencia y que siguen reglas no escritas de perversión malintencionada y oscura, deshumanizada e interesada, de un engranaje ya incomprensible, tienes una enorme "tentación de dejarlo".

Una lucha con tirachinas frente a un gigante de acero (no de carne), con armas de destrucción absurdas pero letales, permanentes. Nadar contra la corriente.

Demasiados ignorantes convencidos y cada vez menos inteligentes con dudas, capaces de reflexionar y corregir para crecer. 

El gigante de acero sigue ahí. Sigue anclado a nuestro suelo, firme e ignorante, letal ante las oportunidades, destruyendo sueños, y aburriendo en el intento al más pintado. Agotador.

Cada vez me cuesta más soñar... cada vez son más cortos los sueños, cada vez me cuesta más...

Ea, a seguir...

177 millones...

177 millones de euros... Un dislate. Nos toca otra vez elegir (se llaman elecciones) de entre las opciones que nos ofrece nuestro sistema democrático.  Democrático... porque podemos elegir.

Y resulta que después la ley electoral permite que los partidos ejerzan el arte del trilero. Alianzas estratégicas y pactos, de varios tipos. Vamos, que entras a comprar pan y traes una cesta con inutilidades y caprichos a casa.

Maravilloso votar, debemos elegir, pero sean ustedes conscientes de que no eligen: han montado un mecanismo legal en el que los votos son mercancía para negociar, presionar, y todo ello enarbolando la bandera de que "es lo que los españoles han decidido".

Yo ya me he hartado de campaña (llevamos desde el 21 de Diciembre), de reflexionar, de oír sandeces,  de desplantes, insultos, de que me tomen por imbécil, de tantas cosas. Desde el burladero del tremendo hartazgo sólo veo polvo y ceniza, mediocres por todas partes, medios de comunicación que apenas tienen verdaderos periodistas, que entran "al trapo" ya como costumbre.

Tenemos tanto trabajo, tanto que decir... Sigamos atentos. Vamos a usar nuestra inteligencia y nuestra responsabilidad. Tengamos confianza en nosotros, los ciudadanos que cada día hacemos de granito de arena casi imprescindible. No somos sólo votos, útiles o inútiles.

Y señores: sean serios en los análisis.  Si la abstención fue del 47% es noticiable y dice mucho mucho de lo que ocurre. No quiero que la gente se quede en casa, pero si no votan las personas que podrían,  habría que tenerlo en cuenta. Triste un país que ignora a ese volumen de personas... para quienes después también se gobierna. Se gobierna para todos, recuerden...

Volvamos a trabajar, hagamos rentables los 177 millones... ¿no?.

Gotas de mar

Tras varios meses especialmente duros vuelvo aquí, sin saber muy bien qué me atrevo a contaros esta vez...

Me re-descubro cada día, cada día cosas y acontecimientos más increíbles, en el amplio sentido de la palabra.

Estupefacción por el devenir de las cosas, por lo que transmiten los medios de (des)comunicación que deciden qué es noticia o importante y qué no lo es, omitiendo que esté pasando...
Mientras, los millones y millones de gotas de mar que hacemos los océanos, vamos a la deriva sobre olas o en la asfixiante calma "chicha".

No sé ya qué decir: encuentro en las redes sociales mis palabras dichas por otros, mis sensaciones sentidas por otros, y de nuevo nada se mueve.

No voy a decir lo siento por parecer triste y pesimista. Realmente no pienso pedir perdón ni recular un solo milímetro. Estoy orgullosa de sentir, de llorar, de caer y levantarme, de descubrir lo bueno y lo malo, de ilusionarme unos segundos pese a todo (gracias a mi niña muchas veces..., a mi familia), y digo alto que efectivamente, ESTO ES UNA M........ ENORME que generan los que mandan, llamémosle así...y sin apenas saber a ciencia cierta a quiénes nos debemos referir en concreto. Apenas nada parece concreto.

Como no sabes dónde mirar para "venirte arriba", miras casi de reojo si es que te atreves a abrir bien los ojos, que escuecen demasiado a menudo de haber llorado, de impotencia, de hartazgo, de incredulidad...

Bueno. Como alguna vez escribo, y como "slogan" de cierre: "Ea, a seguir".

Aún más...

Pensaba que era imposible

querer aún  más...

el silencio es necesario 

entre las palabras,

para poder hablar.

Como la labor callada

de héroes anónimos,

de mercenarios del Bien.

Sus actos, sus trozos de silencio

que hacen posible

poder gritar, poder callar...

Aún más no era posible,

no era posible Amar más...

Aún más honesto,

aún más valiente,

aún más generoso, 

aún más hombre...

Te quiero...aún más.

No es diferente a otras...

blanco


No sé qué decir, y quiero ayudarte sin embargo.
Hay tantas cosas que no me gustan...y hay tantas otras que me animan y me hacen sonreir.


blanco


Las "reflexiones" de mi pequeña, ajena e ignorante de cosas que a los adultos casi nos determinan. Bueno, sin casi.


blanco


Emociones: un pregón, una compañía, una inesperada visita, la otra cara del triunfo, la de los pies en la tierra...y al final LA ESPERANZA.


blanco


Felicidad: abrazos y más abrazos, el olor del abrazo de mi niña, de mi casa al llegar, de la tierra mojada justo tras caer unas gotas de noche, desde mi terraza, las charlas con mi padre, la mirada de mi madre, mirar las estrellas abrazada a él, en mi pisito de 74 m2 útiles, con vistas a donde trabajo. Donde me ilusiono, caigo y me levanto una y otra vez.

Eso es la vida, ¿no?.
No es diferente a otras.


blanco

No sé, no sé si podré con todo. 
Bueno, sí, sé que podré seguramente con mucho, con ayuda de ellos, de ellas, contigo...


blanco


Un precipicio: negro al fondo pero negro amable, el negro del silencio cómplice, el negro sobre blanco, la realidad, LO QUE LUEGO REALMENTE OCURRE.


blanco


Ella sigue ahí, entregada, mi ancla y mi oxígeno. Ella y sus risas, ella blanca inocente, ¡¡¡me necesita tanto!!!


blanco: me gusta el blanco... y el negro del silencio en la tierra...

Crisis de "las cosas, bien hechas"

Qué jartita estoy ya de que busquemos culpables en alemán, en catalán, o en otras lenguas.
Qué jartita de que el problema "crisis" sea según puede parecer económico y de lo que el político hace con lo económico... ( porque el buen político gestiona -se supone- los dineros públicos que suman nuestros impuestos, sobre todo, y en sus múltiples formas, para gestionar esa riqueza y aplicarla para el bien común; "están contratados" para eso, ése es el llamado servicio público, mal llamado en mi opinión "cargo público").

Yo (perdón por citarme...) que he tenido la enorme suerte de "caer" en una familia con valores, con convicciones en los buenos hábitos y costumbres, el respeto, la sencillez, el esfuerzo, la disciplina, hacer las cosas bien...con esa suerte ahora me toca bregar el día a día. ¡Que no es poco!

Y agradeciendo infinito a mis padres esa herencia impagable en mil vidas que viviera...

Y qué poquito de eso veo a mi alrededor, qué poquito se valora ESO: HACER LAS COSAS SIMPLEMENTE BIEN, sin atajos, sin medias verdades, sin cobardías, inacciones, desidias y sin el "todo vale por el mínimo esfuerzo".

Cuando uno en la vida se reconoce, se encuentra, se ve en el duro camino CONSCIENTE de que cada logro cuesta un gran esfuerzo, disgustos, y malos ratos pero sin perder compostura, ni actitud, asumiendo que uno se equivoca y mucho (porque hace cosas...) buscando ecuanimidad, dando valor infinito a la palabra dada, cuando todo eso pasa, se valora de verdad "EL MÁXIMO ESFUERZO", las cosas por derecho, a paso firme, como levantando una pared bien derecha, sin grietas, estética y orgullosa, con firme voluntad de perdurar cumpliendo su función, ni más ni menos. Lo justo, lo que se debe esperar de una pared BIEN HECHA.

Qué pocas veces se encuentra hoy gentes con ese chip bien integrado en su ser, en sus acciones, cada día, levantando su espacio y su entorno, que sumados es EL TODO DONDE HABITAMOS.

Cuánto tiempo desperdiciado sólo en intentar que otros hagan sus tareas, saliendo del paso y conformándonos, al ver a nuestro alrededor el "nivel". Qué forma de aprovecharse de "las circunstancias"...
Qué escasa diligencia, nulo ánimo y falta de confianza y de actitud de que se suman esfuerzos para algo bueno, que sólo salen bien con las cosas bien hechas, y entre todos.

No nos engañemos: sabemos realmente cómo actuar ...pero preferimos lo FÁCIL, LO INMEDIATO SIN DESGASTES, balones fuera (más que Ronaldo un Lunes), fullerías y mentiras...porque al final todo está contaminado, y lo bien hecho casi es noticia porque se sale de lo normal ...increíble pero cierto.

Como en una podrida pirámide, arriba los maestros del mínimo esfuerzo, a aguantar como sea, una minoría... y los de abajo del todo, soportando el mortal e inmoral peso de la pirámide...

Ea, a seguir.

La Madre.

Lo comercial del Día de la Madre nos invade, como cada año.

La "Madre Naturaleza" sin embargo me invadió este pasado Sábado.
Fui muy bien acompañada a una escapada al Torcal de Antequera, pero busqué en algunos segundos soledad entre tanta belleza gris y verde, con cielo azul y brisa fría, ... quise sentirme "sola" a ratitos, como mirando desde más lejos, con distancia, desde el gris frío quebrado en estrías y formaciones increíbles...

El rojo de las amapolas en el camino me hacía sonreir sin querer.
El gris de la roca me hizo soñar, lejos.
La Madre Tierra tan sabia me ayudó a aterrizar, firme, en su piedra.

Las risas de mi niña y sus amiguitos, sus saltos y carreras, intentando escalar, luchando a carcajadas...
Hubo momentos especiales, de verdad.
Me hubiera quedado allí más tiempo, tranquila, con los ojos cerrados a veces, tocando la fría piedra, la piel de una madre tan tan experta y sabia.

Eso es una madre: la roca que siempre está ahí, el apoyo, el paisaje seguro, la firmeza para lo bueno y lo malo. La bolsa en el vientre, el calor húmedo, la valentía tímida, la seguridad quebradiza...
La corteza de nuestro corazón, tan sensible y frágil a veces, o casi siempre.

Bendita dureza, bendito apoyo.
Cuando una es madre comprende de verdad a su madre. No antes, ni después.

Feliz Día de la Madre. Haced feliz a mamá ese día...y todos.

Buenas noches.